Pedro Castillo Terrones fue elegido por el voto popular como Presidente Constitucional de la República del Perú desde 28 de julio de 2021 hasta el 7 de diciembre de 2022.
En el transcurso de su mandato recibió cuestionamientos por la inestabilidad política que produjo en tan solo un año y medio en el cargo. Una de las principales críticas hacia el exmandatario hacía referencia al constante nombramiento de ministros: nombró, al menos, a 78 en 495 días de gobierno. Así mismo enfrentó investigaciones por presuntos actos de corrupción y fue responsabilizado de ser líder de una organización criminal.
La población estuvo dividida entre los que rechazaban su gestión y quienes lo respaldaban desde la campaña. Las calles del Centro histórico de Lima y en otros puntos del país fueron los lugares propicios para convocar a multitudinarias manifestaciones a favor y en contra, teniendo consigo enfrentamientos con efectivos de la Policía Nacional del Perú.
Posteriormente, a pocos días de cumplir 500 días en la presidencia, el 7 de diciembre de 2022 luego de afrontar su tercer pedido de moción de vacancia y ser destituido por el órgano legislativo, disolvió el Congreso de la República de forma inconstitucional, la intervención del sistema de Justicia y la instauración de un régimen de excepción. Esta decisión le costó su derecho a la libertad, fue detenido y puesto en prisión preventiva por el presunto delito de rebelión, algo que él y su defensa rechazan.