Biography:
Felipe Oliveros Rodríguez (born in 1985 and lives in Veracruz, Mexico). His photographic work explores the documentary genre, the notion of identity and the symbolic imaginary present in the region of Los Tuxtlas, Veracruz. This interest...
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Topics
Covid-19, Latin America, Photography, Religion, Spirituality
Buscamos constantemente respuesta a los dilemas existenciales de la vida, habitamos ahora en un espacio limitado, en nuestro hogar. En teoría es un espacio en donde es posible habitar en paz, o quizá no. Estamos “encerrados” por civilidad, por pensar en el otro, para que el virus deje de propagarse. En teoría.
Mientras esperamos que allá afuera nos den una esperanza, o un aviso de que finalmente podemos salir a un nuevo mundo, que llegue el fin a la incertidumbre, necesitamos encontrarnos. Es decir, realizar una búsqueda en nuestros símbolos, nuestra religión, en nuestro interior, entender y conocernos más. Son procesos que en cierta forma ayudarían para contrarrestar la carga psicológica que conllevan diversas situaciones como los problemas económicos, el miedo a ser contagiados o la ansiedad que produce el exceso de información en los medios.
El ser humano siempre está buscando un ser superior, un elemento que permita explicar los fenómenos que suceden a su alrededor. Si hay algo cierto es que en nuestra mente no puede habitar el silencio en estos momentos. Vivimos en constante ruido, pero dentro de todo ese ruido es posible encontrar algo de paz. Nada, ni nadie tiene las respuestas a nuestros problemas, todo está en nuestro interior.
Abraza tus miedos, tu soledad, la oscuridad.
Encuentra poesía en tus espacios, fluye con tu hogar. Todo cambió, el mundo no será el mismo, pero siempre nos tendremos los unos a los otros, porque somos humanos, porque tenemos almas y porque a pesar del distanciamiento físico, siempre podemos conectar entre nosotros y con el universo que habitamos.
We constantly seek answers to life’s existential dilemmas, as we now inhabit limited space in our homes. In theory it is a space where it is possible to live in peace, or perhaps not. We “locked us in” out of courtesy, thinking about the other, so that the virus stops spreading. In theory…
While we wait for the outside to give us hope or a call that we can finally go out into a new world, finding an end to this uncertainty, we need to find ourselves in this space. In other words, we need to search for our traces and our faith within us, to understand and to get to know ourselves better. These are processes that in some way help to counter the psychological burden that various situations entail, such as financial problems, fear of being infected or anxiety produced by excess information in the media. The human being is always looking for a superior existence, an element that allows him to explain the phenomena happening around him. If there is something certain it is that in our mind cannot bear the silence of these moments. We live in constant noise, but within all that noise it is possible to find some peace. Nothing, and nobody has the answers to our problems, everything is within us.
Embrace your fears, your loneliness, the darkness.
Find poetry in your spaces, flow with your home. Everything changed, the world will not be the same, but we will always have each other, because we are human, because we have souls and because despite the physical distance, we can always connect with each other and with the universe we inhabit.
